La Cultura del Reciclaje

Hablar de educación ambiental y de la creación de una cultura de reciclaje va más allá de la educación tradicional en un salón de clases. Si se hace referencia al simple proceso de impartir el conocimiento y expandirlo, debe considerarse que es necesario relacionar la contaminación ambiental con el ser humano y su entorno inmediato, y propiciar acciones que contribuyan a tomar conciencia real sobre las diferentes alternativas de apoyo a la conservación de su medio y su sustentabilidad, de tal forma que se eliminen las alteraciones en las cadenas alimenticias y se mantenga la calidad de vida.

No obstante que el reciclaje se ha convertido en un hábito consciente y el apoyo para su práctica proviene de campañas, programas gubernamentales e incluso de iniciativas pedagógicas, se hace necesario ampliar la información acerca de sus beneficios e incidir con mayor fuerza en los procesos educativos de la población desde los niveles básicos, dado que el impacto que se genera en los estudiantes, alcanza sus hogares y a la sociedad en general.

Se considera que si se inculca una cultura ambientalista desde edades tempranas, se estará empezando la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con el medio ambiente, dando lugar a que las leyes, normas y reglamentos emitidos para la regulación en el manejo de residuos sólidos y la reutilización de materiales actúen como guías orientadoras de las prácticas de la sociedad y las empresas, no como elementos punitivos para sancionar comportamientos y prácticas no adecuadas que perjudican tanto al medioambiente como a la salud humana.